Puede
ser que todos formemos parte indispensable en el funcionamiento del engranaje
de esta gran maquinaria llamada vida. Venimos con una acción inscrita aún sin
saberlo. Con la incertidumbre tatuada, ignorando si habremos de encontrar
nuestro destino o será él quién nos encuentre. Pero si algo he aprendido es que
la vida es una enorme proyección secuenciada de sueños, tan intensa que en días
como hoy, he sentido como deshojabas mi
alma.
Durante
la mañana la brisa ha envuelto las caricias y cada instante se sucedía sobre
las plateadas crestas de las olas con grandes pinceladas de un dorado sol. La
luz perfecta ha capturado nuestras miradas mientras las palabras jugaban húmedas
derritiéndose en nuestros labios. Las he
sentido resbalar sobre mi piel calándome la esencia. En ese momento he
comprendido lo que siento. Amor. La única
sustancia capaz de alcanzar todo. Incluso la luna...
Hay viajes infinitos, aunque duren un solo instante... Soñemos...
ResponderEliminarAsí es Magda. Vuelos condensados que calan hasta lo más profundo. Sueños que como en este caso,fue real.
ResponderEliminarUn beso