Hay labios que sienten, saborean mientras digieren sus palabras. Entretanto su mirada , más allá de ver... tan solo, lee, escucha, siente y escribe...

lunes, 3 de septiembre de 2012

Rosa de los Vientos. Cuando los caminos conducen a Ítaca




http://youtu.be/O6gYNClB3ac

" Ésta es mi oración: Toma este anillo, que es un signo del enlace entre ella y yo, y cuando llegues a tierra, preséntate como un comerciante de seda y telas, de modo que ella pueda ver el anillo. Entonces sabrá que mi corazón la saluda y que sólo ella puede darle consuelo, y que si nada hace moriría. Recuérdale nuestro pasado y nuestra tristeza y toda la alegría que había en nuestro amor fiel y tierno. Ojalá los corazones hallen fuerza contra la inconstancia, pese al dolor y toda la amargura de amar. "
 
   JOSEPH BÉDIER El romance de Tristán e Isolda
  
Aquél sendero tocaba a su fin... O a su principio. Tras seis largos años de desencuentros al fin ella pareció haberse encontrado. No era el camino lo que cansó su marcha sino la certeza de saber que no avanzaba, Bueno, en realidad avanzó, pero sus pasos la conducían de nuevo al origen, era como caminar en círculos. Él por su parte, habituado a ser estático sendero, dejaba que deambularan varios pies sobre su superficie pero nunca mostró el deseo de encauzarse hacia un paraje definido ni quiso ser los pies que le acariciaran . Repleto como estaba por la frondosidad de las plantas que salvajes, cubrían parte de sus líneas y curvas, tal vez ni pensó siquiera en verse a sí mismo despejado. Un camino que acostumbrado a saberse turbio y contradictorio, no anhelaba sino mantenerse en su misma forma. Desconocía que su final, no era sino su principio y que por más que ella, corriera, acariciara o parase a descansar, por más desgaste que su alma padeciera, su marcha continuaría en el mismo lugar. Ella despertó una mañana con sus pies atorados por el frío, apenas los podía mover. Necesitaba luz y calor, pero tras la fría y oscura profundidad que la envolvía, apenas si podía intuirla. Aquél día, tal fue su dolor, que antes de perder su total integridad y morir eviscerada en aquél sendero, decidió resolver su relación con respecto a aquél. No quería dejar su calavera bajo un arbusto sepultado de espinas ni ser pasto de las rosas muertas… No otra vez. Cierto es que no podía articular sus pies, mas empezó a agitar sus alas y voló...




- Desde aquí, todo es diferente. No estaba equivocada, es mi senda ... Quién sabe, quizás un día se. abra en pos de un nuevo horizonte. Ese día, me posaré sobre las ramas de aquél rosal que un día vi morir transformada en la rosa de sus vientos. Su libre superficie encauzará mis pasos, su profunda esencia enraizará mis sueños y ambos nos encontraremos junto a un nuevo horizonte...

                                                                                                                           





 
http://youtu.be/pW-Njfe6zcg
 

                                                                                                                                                                              
http://youtu.be/HFWQhGIRQKg         Cuando emprendas tu viaje hacia Ítaca
debes rogar que el viaje sea largo,
lleno de peripecias, lleno de experiencias.
No has de temer ni a los lestrigones ni a los cíclopes,
ni la cólera del airado Posidón.
Nunca tales monstruos hallarás en tu ruta
si tu pensamiento es elevado, si una exquisita
emoción penetra en tu alma y en tu cuerpo.
Los lestrigones y los cíclopes
y el feroz Posidón no podrán encontrarte
si tú no los llevas ya dentro, en tu alma,
si tu alma no los conjura ante ti.
Debes rogar que el viaje sea largo,
que sean muchos los días de verano;
que te vean arribar con gozo, alegremente,
a puertos que tú antes ignorabas.
Que puedas detenerte en los mercados de Fenicia,
y comprar unas bellas mercancías:
madreperlas, coral, ébano, y ámbar,
y perfumes placenteros de mil clases.
Acude a muchas ciudades del Egipto
para aprender, y aprender de quienes saben.
Conserva siempre en tu alma la idea de Ítaca:
llegar allí, he aquí tu destino.
Mas no hagas con prisas tu camino;
mejor será que dure muchos años,
y que llegues, ya viejo, a la pequeña isla,
rico de cuanto habrás ganado en el camino.
No has de esperar que Ítaca te enriquezca:
Ítaca te ha concedido ya un hermoso viaje.
Sin ellas, jamás habrías partido;
mas no tiene otra cosa que ofrecerte.
Y si la encuentras pobre, Ítaca no te ha engañado.
Y siendo ya tan viejo, con tanta experiencia,
sin duda sabrás ya qué significan las Ítacas.
 
KONSTANTÍNOS KAVÁFIS 

 
'' Lo importante no es el fin de camino sino el camino. Quién viaja demasiado aprisa se pierde la esencia del viaje ''
 
LOUIS L´AMOUR