El
chapoteo de unos pies descalzos,
La piel frágil, mojada,
El agua
corriendo por las venas,
Los lagrimales
en forma de nube,
Todo fluye…
No cabe
un suspiro en una gota, ni cabe una tormenta en la no despedida…
Pero
siempre hay espacio para los latidos, incluso en los días de lluvia.
Pom-pom...pom-pom...Sí, siempre hay espacio para un corazón latiendo.
ResponderEliminarBesos, Juliette.
Así es, un espacio solo reservado para este pom-pom atávico que algunos días parece querer hacerte estallar en mil pedazos.
ResponderEliminarUn beso Tomás
Y más... en los días de lluvia.
ResponderEliminarA mí son esos días pasados por agua los que más me llenan de nostalgias y de nuevas ideas.
Besotes. bonita.-
Me gusta pensar en la lluvia como un manto de agua clara, al final saca a relucir lo que llevamos dentro.
ResponderEliminarUn besazo guapa!