Húmedas pupilas esperan ver al Sol. Este no ha amanecido aun a este lado del mundo . Se embelesa proyectando sus sombras entre muros de orín y restos de lujuria, crea dibujos de semen rancio en hologramas. Una cama vacía observa desde desde la ventana abierta y en el cielo la última estrella se despide con un halo de luz mientras susurra sigilosa un hasta luego.
Asciende el alba los últimos peldaños de la noche.

Lucha de gigantes
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