Una vez mientras admiraba a una hormiga me sorprendió su fuerza descomunal frente a la fragilidad de su esqueleto. Así mismo, contemplé la trayectoria del vuelo de un ave que no dejó rastro. Tal vez, así son las palabras...
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En mis primeras citas, llegando a la página cien y sin gustarme lo que leía, me empeñaba en llegar hasta el final. Ese "error" lo he corregido con el tiempo. Si no me va, no me va.
ResponderEliminar:-)
Un besito casi invisible!
Bueno, creo que existe una cierta tendencia a no abandonar,aunque con los años aprendemos que podemos elegir.
EliminarDe todos modos, en ambos casos, el descubrimiento nos ayuda a conocernos un poco más.
:-))
Un besito sutilmente visible!
Y además el libro no habla sin parar...
ResponderEliminarAunque no por ello, no deje de decir...
Eliminar( A las primeras citas se recomienda llevar mordaza o unas orejas de cera ja, ja, ja) Preferiblemente y en primer lugar, antes prefiero escuchar, siempre se aprende.
Un beso Toro